martes, 17 de noviembre de 2015

Consejos de compra para tu pérgola de madera

Una pérgola de la madera puede darle un toque muy especial  y elegante a tu jardín y a tu casa hogar. Eso sí, antes de construir o comprar una pérgola de madera, puedes asesorarte sobre las mejores opciones disponibles en el mercado.



¿Qué madera escojo? 

Cada madera ofrece diferentes ventajas y características para ayudarte a decidir sobre el kit perfecto.
Por ejemplo, la secoya posee un brillo natural y un color que a mucha gente le parece especialmente atractivo. Además es una madera muy resistente tanto a los efectos de la putrefacción como a los insectos. Eso sí, su utilización puede aumentar bastante el presupuesto en la confección de nuestra pérgola.

El pino, en cambio, es bastante más asequible a los bolsillos, pero no es el que más bonito queda, la verdad. Por eso, muchas de las personas que se deciden por esta opción económica finalmente acaban por pintar la estructura para mejorar la impresión visual que genera. De ese modo, si lo que buscas es un aspecto de madera natural, probablemente el pino no sea la mejor opción. Algo muy parecido pasa con el abeto, que además es especialmente sensible a la humedad y los bichos.

La madera de cedro, por otra parte, es una estupenda opción para una pérgola. No es excesivamente cara y resiste mucho mejor que el pino y el abeto a las adversidades que genera el estar al aire libre. El aspecto puede tornarse algo grisáceo con el tiempo, pero se puede solucionar tratando la madera para conservar su belleza natural.

Un paso más en este sentido podría ser la utilización de cedro rojo del Canadá; una madera especialmente indicada en la construcción de pérgolas por su ductibilidad y su mayor densidad. Además, es casi inmune a la putrefacción.

¿Construirla o comprarla?

El uso de una pérgola de madera no sólo te va a proporcionar un sitio donde tomar el aperitivo en verano u organizar cenas familiares o de amigos bajo un techado natural. También te va a proporcionar un espacio donde crear un escenario natural al que puedes aportar, por ejemplo, la presencia de flores y plantas trepadoras. Eso sí, si le pones una parra, cuidado con las avispas :-P
También debemos pensar cómo queremos que sea el techado de la pérgola, si enrejado, mejor para acoplar plantas y permitirlas crecer, o cubierto por madera o algún otro tipo de material, que nos evita problemas si llueve, por ejemplo.

En función de lo que queramos y de nuestras necesidades, debemos escoger entre construir nuestra propia pérgola o comprar un kit ya hecho y listo para montar. Esto también dependerá, lógicamente, de nuestra habilidad para el bricolaje.

Por otra parte, el tener claro cómo va a ser nuestra pérgola nos ayudará a decidir cómo vamos a organizar el jardín alrededor de esta. En este caso el tamaño importa ya que, dependiendo de lo grande que vaya a ser la estructura, podremos decidir la forma que le vamos a dar, el material que usaremos y hacernos una idea de cuánto nos va a costar implementarla en nuestro patio.

Volviendo a la elección inicial: Mejor construir la pérgola o comprarla? Depende, como de costumbre. Si tu imaginación y habilidades te permiten construir algo a tu medida, genial. Si no tienes ganas, tiempo o, simplemente, ya has visto algo que te gusta en un kit, puedes decantarte por esta opción que, pese a las limitaciones de estilo, también ofrece estupendas posibilidades.

En el caso de que nos decidamos por un kit listo para instalar, debemos tener en cuenta que el fabricante nos ofrezca una guía detallada del producto, su correspondiente garantía y capacidad para enviar rápidamente un repuesto en el caso de que falte alguna pieza o esté defectuosa.

Si optamos por una pérgola diseñada y construida desde cero, podemos hacerla nosotros mismos –como veremos más adelante- o, por supuesto, podemos contar con la ayuda de un profesional para que nos asesore y nos la instale él mismo.


En definitiva, lo mejor es primero tener claro qué tipo de pérgola queremos y qué función deseamos que cumpla dentro de nuestro jardín. Una vez conseguido ese objetivo, podremos optar por la opción que más nos satisfaga a la hora de elegir nuestra pérgola de madera.


miércoles, 6 de mayo de 2015

Conceptos básicos sobre pérgolas de madera




Lo mejor de una pérgola de madera es que puedes conseguir sombra y cobijo para pasar un rato agradable en tu jardín. Además, cubriendo parte de tu patio con una de estas estructuras disfrutarás de un espacio inmejorable para reuniones con familiares y amigos y aumentará el valor de tu casa.

La madera es un material fácil de manejar, barato y con unas opciones casi infinitas a la hora de personalizar un diseño a tu medida.

El hecho de que buena parte de las pérgolas se realicen en madera no es baladí, sino que está motivado por la facilidad con que puede uno ajustar el resultado final a lo que necesita. El único inconveniente puede estar en el mantenimiento, ya que hace falta lijar cada cierto tiempo la superficie –y volver a pintar después si es el caso- para lograr que permanezca siempre en perfecto estado.

A la hora de elegir el tipo de madera que vamos a utilizar en nuestra pérgola, lo más importante a tener en cuenta es que se trate de una resistente al aire libre, puesto que la estructura va a estar en nuestro jardín y, por lo tanto, expuesta a diversos tipos de daño por inclemencias del tiempo o insectos, por ejemplo.

Entre los tipos de madera que podemos encontrar para la realización de pérgolas pueden estar opciones baratas como el pino o el abeto, aunque también merece echar un vistazo a otras opciones como el cedro – muy resistente y sobre el que es particularmente sencillo dar una mano de pintura- o la secuoya, que tiene un color muy bonito y que resiste más tiempo sin perder su tono.

No se queda todo ahí, claro, y las opciones pueden extenderse a la madera de ciprés, roble, teca o alguna un poco más exótica, como el bangkirai.



Con todo, lo importante es que una vez elegida la madera y montada la pérgola, nos ocupemos del mantenimiento. Al menos una vez al año habrá que tratar la estructura para protegerla de los insectos o de la meteorología, así como habrá que ocuparse de repintarla para que no parezca deslucida. Si no le aplicamos un tratamiento adecuado a nuestra pérgola, la madera puede pudrirse o estropearse, obligándonos a sustituirla por completo. No obstante, siendo cuidadosos, podremos disfrutar de largas veladas en nuestro jardín durante mucho tiempo.